domingo, 8 de julio de 2012

La Sutíl Cultura del Abandono

Este post va con un poquito de bronca y de enojo. El otro día leía en el blog de "Familia libre" un post que se titulaba "Crianza versus Dinero" y la nota hablaba de las madres que deciden dejar de trabajar para poder pasar más tiempo con sus hijos. Lo que planteaba era la disyuntiva sobre si seguir trabajando y ganar más dinero o dejar de trabajar y por ende bajar de nivel económico pero con la ventaja de estar cerca de los hijos. 

Lo que me llamaba mucho la atención era como repercutiría la decisión de quedarse en casa sobre el entorno. Si optabas por quedarte en casa la mayoría te iba a felicitar o iba a creer que estás todo el día sin hacer nada pero cuidando a tus hijos (como si eso no se incluyera en hacer algo, jajaja!!!!). Esto me llamó mucho la atención porque en mi caso estoy luchando a diaro para poder hacer entender a las demás personas el porqué quiero estar en mi casa con mi hijo.

No sé si es algo cultural de mi país o quizá de la clase social donde me muevo pero se mantiene la firme creencia de que las familias que deciden mantener un nivel económico modesto para que sólo uno de los padres permanezca en el hogar se la considera sin ambición. Como si pasar tiempo con los hijos no fuera ambición suficiente; si no tiene retribución económica es una pérdida de tiempo.

Lo que más me molesta es que todo el mundo me dice que lo que queremos hacer mi pareja y yo no se puede, que eventualmente voy a tener que salir a trabajar porque sino no vamos a poder vivir. Todo este tema es muy frustrante, especialmente para mí que creen que quiero vivir en el siglo IX y volver a ser una mantenida o algo por el estilo.

Para aclarar, no tengo mentalidad de mujer del siglo IX, no quiero que me mantengan, pero de lo que estoy segura y estamos seguros con mi pareja es que queremos que ser nosotros los que criemos a nuestros hijos y no un tercero. 

Antes de tener a mi hijo pensabamos como la mayoría y no sólo en este tema, pero llegó Dante y por suerte nos sacudió lo suficiente para sacarnos las capas de preconcepciones que teníamos encima. Con respecto al trabajo, yo quería ser una mujer importante de esas que salen a trabajar a la mañana y no vuelven hasta la noche, total pensaba, para cuidar a mis hijos están los abuelos o si no pueden que vayan a guardería. ¡Cuán lejos de lo que pienso ahora estaba mi yo pasado!

Hoy estoy segura de que quiero que seamos mi marido y yo los que pasemos más tiempo con nuestro hijo. Queremos ser los responsables directos de su crianza, no queremos que otro los eduque por nosotros. Sabemos por lo que leímos y nos informamos que el bebé nos necesita a nosotros y a nadie más para sentirse seguro y feliz. Por supuesto que quiero que los abuelos lo disfruten y pasen tiempo con él, lo que no quiero es que lo crien, que para eso estamos nosotros. 

Pero lo que noto es que hoy en día hay una idea muy arraigada en esta sociedad de que los niños tienen que "acostumbrarse" a estar solos y los padres tienen que dejarlos que se hagan "independientes" ya que como los tiempos son difíciles los dos tienen que salir a trabajar para poder tener un auto, casa, vacaciones, etc. 

Muchos me dicen que tenemos que hacer el sacrificio ahora que nuestro hijo es pequeño para poder conseguir todo esto pero lo que nosotros pensamos es: queremos hacer el sacrificio económico de no darnos todos los gustos ahora que nuestro hijo es pequeño y nos necesita más. Cuando sea más grande y no necesite tanto de nuestra presencia física vamos a estar los dos con más horas de trabajo fuera para poder tener el auto, la casa propia, las vacaciones fuera, etc.

Cuando los niños son pequeños lo único que necesitan es la cercanía física de los padres, no importa cuanto querramos comprarle todos los juguetes caros que pasan por la tele, ellos solamente van a querer a mamá y a papá. De grandes puede que tal vez quieran más cosas materiales pero de chicos sólo quieren estar con nosotros. Por eso no entiendo como la gente no puede entender que elijamos este camino. 

Lo que me enfada es que si nuestra situación económica fuera mejor y yo no trabajara porque no lo necesitáramos y mandara a nuestro hijo a guardería todos nos felicitarían y no nos dirían que tenemos que cambiar de forma de vida, que estamos haciendo mal, que si yo no salgo a trabajar, puedo cuidar de nuestro hijo en vez de pasearme por peluquerías y shoppings. Por desgracia esto es la cultura del abandono de los hijos. Siempre va a ver alguien que se encargue de ellos por nosotros. Por supuesto que después si nuestros hijos no "salen" como uno quiere la frase más usada es "pero con todo el sacrificio que hicimos para darte todo". ¿Realmente se les dio todo? ¿Realemente se les dio lo que necesitaban?

Método Mamá Canguro

Siguiendo con los videos, quiero mostrarles un video que ví que me gustó mucho. Nils Bergman habla sobre el Método Mamá Canguro y lo importante que es que se empieze a utilizar en las salas de neonatología. También habla de lo importante que es el contacto piel con piel entre la mamá y el bebé y cómo esto nos lleva a volver al paradigma original.


Este no es tan largo pero si quieren verlo de a ratitos porque no tienen tanto tiempo ya saben, vayan a esta página y descárguenlo. 
Disfrútenlo y escríbanme para contarme si les gustó o no.

Crianza con Apego por Carlos Gonzalez

El otro día viendo unos videos en Youtube de Laura Gutman, me encontré con este lindísimo video sobre crianza con apego según Carlos Gonzalez. Para aquellos que no lo conozcan, Carlos Gonzalez es un pediatra español que hizo popular este tipo de crianza en España. Escribió varios libros entre ellos "Mamá besame mucho", "Entre tu pediatra y tú", "Un regalo para toda la vida", "Mi niño no me come", entre otros.



El video es bastante largo, creo que dura dos horas pero la verdad vale mucho la pena. En caso que no puedan verlo todo de un tirón les recomiendo que lo bajen en su computadora con esta página poniendo la dirección que aparece cuando abren el video en youtube en el rectángulo azul que dice en un extremo download para que puedan verlo sin tener que estar conectado a internet todo el tiempo.

Espero que lo disfruten tanto como yo.

jueves, 28 de junio de 2012

Día Mundial del Sueño Feliz

Día Mundial del Sueño Feliz


Uno de los blog que sigo bastante, Amor Maternal, propuso festejar el Día Mundial del Sueño Feliz con el fin de desmontar a Estivill, un pediatra que ganó y por desgracia gana mucho dinero difundiendo métodos conductistas y de adiestramiento para dormir a los niños. Aunque por desgracia no es el único que difunde estos métodos es uno de los más conocidos. 

En mi caso tuve la suerte de que la Psicóloga que nos dió el curso de preparto nos habló del colecho. Al principio no me daba mucha confianza por todo el bagaje cultural que por desgracia tenemos todas las parejas primerizas de pensar que eso no es aconsejable. El tema es que las dos primeras semanas de nacido nuestro hijo no la pasamos muy bien a la noche, hasta que después de esas dos semanas lo metí en mi cama para darle la teta y poder dormir. A pesar que mi pediatra no lo aconsejaba por miedo al sofocamiento, desde ahí en adelante dormimos los tres super bien y juntitos. 

Pero por supuesto eso no significa que el resto de la gente con la que estamos opine lo mismo que nosotros y más de una vez tuvimos que defender nuestro punto de vista, como si fuera algo que estuviera mal o como si estuvieramos pecando o algo así. 

Siempre creí los padres tienen que ser libres de elegir lo que ellos creen que es mejor para sus hijos, pero ¿puede uno afirmar que hay libertad de elección cuando no se tiene todo el conocimiento?, ¿cuando sólo se tiene la mitad de la información? Porque yo practico el colecho pero sé que otros padres eligen y defienden el hecho de "acostumbrar" a dormir sólos a sus hijos para que sean más "independientes" (todavía no se que quieren decir algunos padres con eso) y ellos son felices y convecen a sus hijos o por lo menos los tratan de convencer que es lo mejor para ellos. Yo me pregunto, estos padres, ¿saben que no es nada malo dormir con sus hijos, que no hay traumas ni trastornos sino más bien al contrario? Yo creo que la mayoría no tiene mucha idea del mal que les hacen a sus hijos al aplicar métodos de adiestramiento y creo de que es hora de que se inunde la red con la otra cara de la moneda para desmentir y desmontar los métodos conductitas. Por ahí una de esas tenemos suerte y alguna familia o algún niño deja de sufrir por el solo hecho de ser niño y no poder estar a la altura de las espectativas de sus padres, porque le dijeron que tiene que dormir toda la noche solo cuando lo que su cuerpito le pide es compañía.

sábado, 28 de abril de 2012

Visión Adulto-céntrica No, Humano-céntrica Sí

Me asombra como hoy en día todo el mundo te aconseja sobre lo que tenemos que hacer para que nuestros hijos sean independientes, y que se acostumbren a no necesitarnos tanto. Esto me llama mucho la atención porque me pregunto cuantos adultos están acostumbrados a vivir sin necesitar a nadie. 

Pero no es solo esto, también me asombra ver como los adultos quieren que los niños se comporten como adultos y yo creo que es porque tenemos una visión adulto-céntrica errada. Cómo siempre les pedimos a estas pobres criaturas que se comporten como adultos cuando no están biológica, ni psicológicamente preparadas para hacerlo. Queremos que se arreglen solos cuando no son capaces ni de comer solos. Queremos que no se ensucien al comer, queremos que no hagan berrinches, que duerman solitos, que no lloren, que no pidan, que se queden quietitos y un gran etcétera.

Como siempre digo, los adultos durante mucho tiempo dimos vuelta las cosas, y cuando debían mirar a los niños como niños los querían en cambio como adultos. Pero cuando debían mirar a los niños como adultos, los menospreciaban porque eran niños. Con esto quiero decir que cuando debían poner a los niños al mismo nivel que ellos, como seres humanos que son y tratarlos como tratarían a cualquier otro semejante, lo que hacían era todo lo contrario y de esta manera los obligaban a comer lo que no les gustaba, le encajaban la cuchara por más que lloraran, lo zamarreaban demostrando su superioridad, los abofeteaban, les practican un sin fin de intervenciones médicas sin anestesia como los aritos en las niñas y la circuncisión en los niños, todas cosas que ni pensarían en hacerle a un adulto.

¿Por qué nos cuesta tanto dejar que los niños sigan su desarrollo natural y experimenten, jueguen, se ensucien al comer, pregunten, se muevan? Todo esto es lo más natural en los niños. Mi hijo de 8 meses es un terremoto, anda por todos lados, todo lo asombra, quiere moverse, descubrir. Incluso cuando era más chico nunca fue un niño de quedarse quieto y todo el mundo me decía que era "terrible". Yo en cambio no podría imaginármelo de ninguna otra manera, hasta pienso que sería aburrido tener un niño que se queda  quieto y como dicen algunos "que no moleste". ¿Porque nos cuesta dejar que los niños sean niños?

Creo que lo que más les cuesta a la mayoría de los adultos es mirarlos como iguales, en el sentido de tratarlos como les gustaría que otro adulto los tratase a ellos. ¡¡¡Esto es terrible!!! Si nunca le pegarían a un adulto para imponer su voluntad, ¿por qué hacérselo a un niño? Si nunca le meterían a un adulto la cuchara en la boca y lo sujetarían para que coma, ¿por qué hacérselo a sus hijos? El respeto mutuo que los adultos tenemos no lo ganamos por haber superado la infancia, lo tenemos por el sólo hecho de ser seres humanos . Y aunque a algunos les cueste creer, los niños también son personas y merecen respeto. Es hora de que empecemos a tener una visión humano-céntrica en vez de adulto-céntrica y tratemos a nuestros hijos como se lo merecen.

Para que vean como cambia la visión de una persona cuando es niño respecto a la de una persona cuando es adulta, piensen en esto: Si un adulto se levanta a las 5 de la mañana todos los días, sale a correr, trabaja, anda por toda la ciudad y no se queda quieto la mayoría piensa "Que bien, mirá que activo que es". Pero si un niño se levanta a las 5 de la mañana, se pone a jugar, come, sigue jugando, anda, duerme una siestita, pide para ir a dar vueltas en bici o al parque y no se queda quieto en seguida lo quieren medicar porque es hiperactivo. Creo que con los niños, realmente vivimos en el mundo del revés.

Amo Ser Tu Almohada Porque No Quiero Perderme Nada

Amo Ser Tu Almohada: 10 razones para practicar el colecho es un Carnaval de Blogs iniciado por Amor Maternal para tratar de romper con el tabú social que existe en torno a dormir con los hijos, dar a conocer esta opción tan sana y natural como agradable tanto para el niño, como para sus padres y proporcionar información fiable y experiencias personales al respecto.


Amo ser tu almohada: 10 razones para practicar el colecho


Cuando ví este tema en el carnaval de blogs de Amor Maternal pensé en todas las razones más comunes por las que me gusta colechar con mi hijo como por ejemplo seguridad, practicidad, comodidad, tranquilidad, entre otras.  Pero la verdad que la más importante es como dice Aerosmith en su canción, "No quiero perderme nada". Esa es la principal razón. 

Cada vez que estoy durmiendo junto a mi hijo y lo veo cual angelito pegadito a mi me embriago con su presencia y amo ver cada detalle de su carita, amo estar ahí al lado y poder disfrutar de sus suspiros mientras duerme, de sus pataditas cuando está molesto, de sus risas ahora llenas de carcajadas, antes sólo sonrisas, mientras sueña y pienso en lo hermoso que es compartir ese momento de paz juntos. 

Todo el mundo me desaconseja dormir con mi hijo, que es terrible el daño que le voy a hacer a él, pero cada vez que se despierta con una sonrisa y me acaricia la cara para informarme que ya está despierto y que tengo que despertarme, me doy cuenta de que estoy haciendo bien. Tengo un hijo feliz!!!!! Y yo soy muy feliz sintiéndolo cerca mío. 

Nunca pensé que tener un hijo iba a cambiar tanto mi perspectiva como mi forma de ser. No me quiero separar de él ni un momento, y eso incluye la noche. Estamos tranquílos y felices y yo disfruto de sentir su respiración acompasada y de ver todos esos detalles que sólo vemos cuando estamos muy cerquita. 

Son infinitos todos los detalles que fui descubriendo de mi hijo al dormir con él y son invaluables los momentos que pasamos durmiendo juntitos y quiero seguir así hasta que él sienta la necesidad y el deseo de buscar su espacio en la noche. Mientras tanto seguiré disfrutando de su cuerpito arropado al mio dándole la seguridad que él me pide.

Si me hubiesen preguntado sobre el colecho antes de tener a mi hijo no sé si hubiese contestado lo mismo que ahora. También en el año que nació Dante pasaron cosas que cambiaron mucho mi forma de ver la vida. La muerte me tocó muy de cerca y en personas que nunca hubiese esperado que me faltaran. Eso me hizo dar cuenta de que la vida puede ser fugaz y si por una de esas vueltas de esta vida no puedo estar cerca de mi hijo demasiado pronto puedo decir que lo disfruté al máximo, que no me perdí de nada.

lunes, 2 de abril de 2012

¿Es Difícil Ser Padres?

Yo creo que el miedo de toda pareja a la hora de empezar a buscar un hijo es la dificultad en la tarea de ser padres, dificultad que por supuesto es acentuada por todos los comentarios que recibimos de otros padres. Es más, un día en el que estaba dándole de comer a mi hijo y se ensuciaba mientras comía (tiene 7 meses, ensuciarse es lo más natural y, ya que estamos, lindo a la hora de comer) mi suegro me dijo que mire los álbumes de fotos de ellos cuando sus hijos eran chicos para que vea la ropita que tenían, que vea lo difícil que era para ellos ser padres, no para que nos planteemos como objetivo que sea difícil, sino para que veamos que no es fácil ser padres. Supongo que me lo dijo porque yo le había dicho que cuando uno tiene hijos chicos que ya comen tenemos que concientizarnos que hay que limpiar y que se van a ensuciar. Todo eso me llevo a plantear la pregunta si es fácil o difícil ser padres.

En lo que a mi respecta yo creo que los padres de antes y algunos actuales se hacían mucho problema y complicaban la parte de la paternidad en la cuál tendrían que haber sido menos complicaba y se las hacían difícil esperando de los niños lo que no estaban preparados para dar. Por ejemplo a la hora de la comida resulta frustrante limpiar a nuestros niños a cada rato porque no queremos que se ensucien, y creo que es frustrante no solo para nosotros sino también para ellos. Pedirles que no se ensucien y enojarnos cuando ellos no puedan cumplir con nuestra expectativa me parece una pérdida de tiempo y esfuerzo. Tenemos que ser conscientes de lo que nuestros hijos pueden hacer para no evitar malos ratos. Es cómo si nos pidieran a nosotros que de primera al aprender a manejar no cometamos ningún error y que nos reten porque nos olvidamos de hacer bien un cambio o de chequear todo el procedimiento adecuado. Es imposible!!!! Para evitar la desilusión y la frustración de que los demás no hagan lo que nosotros queremos tenemos que ser coherentes y razonables con lo que pedimos a los demás, en especial con los niños.

Este tema resulta muy estresante, principalmente para los padres ya adultos. Siempre que sale el tema de que tenemos que pedirle a los niños los que ellos puedan hacer y no preocuparse por lo que todavía no pueden hacer reaccionan dolidos y argumentan que es difícil que uno pueda reaccionar bien cuando un niño se ensucia al comer o en el caso de las madres de estar de buen humor y darles la teta a demanda incluso durante la noche cuando ellas tienen que trabajar y tienen que levantarse muchas veces a consolar a sus hijos sabiendo lo poco que pueden dormir. En este respecto sigo pensando que se complican más las cosas donde menos tienen que complicarse. Si es agotador tener que levantarse a darle el pecho al bebé durante la noche, ¿Porqué no acostarlos con nosotros y continuar con la lactancia? Es verdad que los padres, totalmente agotados por largas jornadas de trabajo, les resulta más difícil tener paciencia con los más pequeños. Pero sabiendo esto y en vez de conformarnos con justificaciones, ¿Porqué no tratar de hacer algo para cambiar esta situación? ¿Es necesario que los dos padres salgan a trabajar mientras dejan el cuidado de sus hijos en manos de otros? ¿No sé podría tratar de luchar por bajas maternales más largas? ¿ Por horarios de trabajos más cortos, después de todos antes sólo trabajaba un miembro de la familia y podían vivir bien ahora con los dos trabajando como es posible que se luche para llegar a fin de mes?

Si nos dejáramos llevar por nuestros instintos en vez de luchar contra ellos muchos aspectos de la maternidad y la paternidad serían menos complicados, menos frustrantes y mucho pero mucho más lindo. Yo me imagino lo frustrante, cansador e impotente que debieron sentirse los padres a los que los aconsejaban dejar a sus hijos, aún bebés, dormir sólos en otra habitación llorando y llorando hasta dormirse desalentados. Porque lo que siente una madre cuando un hijo llora llamándonos eso lo sienten todas, no solamente las modernas. ¿Qué excusas y justificaciones habrán buscado un sus cabezas las madres cuando todo el mundo les decían que practiquen esto?

Por otro lado pienso que si uno puede tomar de forma relajada por así decirlo a este aspecto de la maternidad y paternidad uno puede dedicarle el tiempo y el esfuerzo necesario para lo que yo considero que es la parte difícil de la tarea de ser padres. Como contener a los hijos, educarlos sin castigar, sin insultarlos ni menospreciarlos, cómo contenerlos en los berrinches y cómo lograr mostrarles los límites respetando su individualidad y logrando que sean en un futuro adultos autónomos y con criterio propio.

domingo, 11 de marzo de 2012

"El Elefante y la Estaca" por Jorge Bucay

Acá les dejo el cuento "El Elefante y la Estaca" para que lo mediten. Piensen cuantas veces ya siendo hijos adultos nos sentimos ante nuestros mayores como este elefante encadenado.

Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante, que, como mas tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.

¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba el la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez.

Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.

Imagine que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro… Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.

Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.

Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza…

Digamos no al intrusismo en la crianza

Cuando hablé de la lactancia materna mencioné que uno de los problemas son los comentarios de terceros respecto a dar el pecho. Pero eso no es el único problema. Hoy en día hay un gran intrusismo en la crianza. Personas que ya tuvieron hijos, que están por tener o que nunca tuvieron y no piensan tener, todos ellos tienen soluciones para los padres primerizos, incluso soluciones para cuestiones que nosotros no considerábamos problemáticas. En fin, todo el mundo parece ser experto en criar a nuestro hijo, menos nosotros, jajaja!!!!

Reconozco que muchos padres primerizos necesitan algún que otro consejo, pero sólo si ellos lo piden y no que todo el mundo te diga que es lo que tenés que hacer con tu hijo. Les cuento algunas escenas para que comprendan lo que les digo:

Mi marido está paseando en brazos al bebé una tardecita de calor mientras yo hago tiempo para bañarme, a lo que una vecina, que nunca en su vida tuvo contacto con mi marido, le dice "¡Ese bebé ya tiene muchos vicios!". Imagínense la cara de mi marido.

En otra ocasión mi hermana me dice que tengo que dejar de darle la teta mi bebé para dormirlo porque si no se acostumbra. Mi mamá que tampoco se quiso quedar atrás y me dijo en una ocasión que tengo que ir sacándole algunas tomas para que no tenga tantos cólicos a pesar de que la pediatra expresamente nos recomendó y explicó que el pecho es a demanda.

En otra ocasión la pediatra que atiende a nuestro hijo en el control de los 6 meses nos recomendó sacarlo de nuestra habitación para que no se acostumbre. Esto nos pareció un comentario fuera de lugar porque nunca le preguntamos a ella si debíamos tenerlo en nuestra habitación. Pero en este caso el consejo regalado es muy peligroso porque al venir de un profesional, la mayoría de la gente pensará que es la ley y que si lo dice es por algo. Pero la realidad es que ningún pediatra ni médico en general está capacitado para hablar de este tema. En ningún momento en la carrera de medicina tienen una materia que se denomine crianza y mucho menos saben sí los bebés deben dormir o no con sus padres ya que ninguna materia de su carrera toca el tema. El único conocimiento que pueden tener viene de la experiencia y de comentarios de otras personas, lo cuál su título no los habilita para decir o decidir por los padres sobre temas de crianza. Ahora, si la pediatra me hubiera dicho que mi hijo tiene asma o alergia y me huviese preguntado si tiene alfombra el dormitorio donde duerme, lo cuál no es así, ahí sí su conocimiento me hubiese servido.

El tema del intrusismo en la crianza es algo muy común en esta sociedad y es algo que debemos cortar de raíz. Cuando terceros vienen a decirte qué tenés que hacer con tu hijo, como tenés que criarlo, tenemos que pararles el carro y demostrarles que lo que hacemos no es casualidad y que muchas de nuestras acciones fuera de ser accidentales son deliberadas, pensadas y meditadas. Suena tarea fácil pero no lo es, mucho menos cuando los que se meten son los miembros de familia. Es fácil decirle a una vecina que no se meta en nuestras vidas pero más difícil aún es decirselo a una madre, a un padre o a una hermana mayor. Con ellos nos sentimos como el cuento del elefante y la estaca. Cómo siempre nos dijeron que es lo que teníamos que hacer desde chiquititos cuando no éramos capaces de defendernos, ahora de grande nos seguimos viendo chiquitos ante ellos.

Yo creo que para lograr una crianza feliz tenemos que ahuyentar estos fantasmas de la infancia y poder hacer lo que como padres o madres realmente deseamos con nuestros hijos. Es hora de terminar con este intrusismo que no nos hace bien a nosotros ni a nuestros hijos. La mejor forma de hacerlo es decirles y demostrarles que como familia somos felices así, nosotros como padres y también nuestros hijos. Nadie puede imponer nada a nadie para mejorar su vida si ya es realmente feliz así como está, y nosotros somo felices con nuestra crianza con apego.

viernes, 9 de marzo de 2012

Reflexiones sobre qué es ser mujer en el Día Internacional de la Mujer

Este es el primer Día de la Mujer que disfruto junto a mi hijo. Lo cuál me llevó a reflexionar sobre mi visión de lo que era ser mujer antes y después de ser madre.

Desde pequeña siempre creí que para triunfar y ser exitosa en la vida tenía que estudiar y tener un trabajo respetado. A medida que fui creciendo esta visión se fue afianzando por lo que creía que para ser feliz tenía que trabajar y ponerme a la altura de los hombres de éxito. Mi idea del feminismo era que los hombres siempre la tenían fácil en lo que respecta al éxito profesional y que las mujeres teníamos que hacer doble esfuerzo para alcanzarlos. Que ellos sólo querían reprimirnos y que nosotras teníamos que hacernos un lugar en ese mundo tan dominado por el género masculino. Por ende creía que las mujeres solamente íbamos a ser felices cuando pudiésemos liberarnos de esa presión y podamos reclamar un espacio en el mundo laboral. Ser independientes, tener nuestro dinero y gastarlo como queramos. Demostrarles al mundo entero que nosotras también somos capaces de ejercer presión social y tomar lo que nos pertenece.

Básicamente me sentía inferior a los hombres por mi condición de mujer. Por lo que al tratar de ganarme un lugar en esta sociedad patriarcal tenía que renunciar o dejar de lado todo lo que me define como mujer. Lo irónico es que por todo esto me creía una feminista, que defendía el derecho de la mujer de romper los grilletes del hogar.

Con esta postura, miraba a las mujeres que elegían quedarse en su casa y cuidar de sus hijos como mujeres que lo hacían porque no les quedaba otra, mujeres que aún con excelentes títulos universitarios renunciaban a sus sueños de libertad para atender a sus hijos y su marido. Cuando las veía preparando tarjetitas para los cumpleaños de sus hijos o planeando encuentros escolares creía que estaban desperdiciando su potencial.

¡Cómo cambió mi visión la maternidad! Con ella desperté mi lado femenino totalmente dormido. Cuando mi vientre crecía y crecía a medida que mi hijo iba tomando forma, yo me sentía más femenina que nunca. Recuerdo que en los últimos meses mi silueta era como la de un lavarropas y sin embargo yo me sentía super sexy, totalmente enamorada de mi panza de embarazada. Ya desde ese momento mis preconcepciones empezaron a caer una por una, porque si bien yo ya trabajaba nada de lo que ganaba lo consideraba mío, sino más bien pensaba en qué le podría comprar o qué podría necesitar mi bebé. En vez de estar pendiente de insertarme en el mundo profesional lo que pensaba o mejor dicho lo que me gustaba hacer era acostarme en la cama y acariciar mi vientre mientras le hablaba a mi bebé.

Una vez que nació mi bebé sólo quería estar con él, aún hoy solo quiero estar con él. Ahora solo leo libros o notas respecto de maternidad y crianza. Soy más consciente de que nuestros hijos nos necesitan junto a ellos, necesitan que estemos ahí. Ahora pienso en otras mamás y como ellas no veo la hora de poder estar con mi hijo cuando empiece la escuela y ayudarlo con los deberes, de prepararle sorpresitas y organizar sus cumpleaños.

Ya no pienso que como mujer estemos desperdiciando potencial al estar con nuestros hijos. Lo que la maternidad me cambió es esa absurda visión de que para ser una mujer realizada tenía que trabajar y tener éxito laboral. ¡¡¡Qué absurdo!!! Ahora creo que ni siquiera los hombres se realicen con el trabajo, o por lo menos que no deberían hacerlo. Creo que el trabajo es solo un ingreso de dinero que te sirve para ser feliz en los otros ámbitos de la vida, que sí te permiten realizarte, pero como persona. Obviamente que es mejor trabajar en lo que te gusta pero es solo un trabajo y no algo que te defina como persona.

Ahora solo quiero estar con la persona que más me necesita porque eso sí me hace feliz, ayudarlo, acompañarlo y junto a mi esposo verlo crecer para no perder de vista ningún detalle. Ya no creo que las mujeres tengamos que envidiar a los hombres porque puedan ascender más fácilmente en el mundo laboral. En el momento que sentí a mi hijo moverse por primera vez en mi vientre me di cuenta de que no teníamos nada de qué envidiarlos, que ser mujer es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Si la hipogalactia fuera tan común en nuestra especie nos hubiéramos extinguido hace mucho pero mucho tiempo atrás

Uno de los comentarios más comunes por parte de madres primerizas es "no tengo leche" o "mi leche no es gorda", incluso he llegado a escuchar "mi leche es muy flaca, mi bebé no se llena". La leche materna no tiene cualidades como los seres humanos, no es flaca, ni gorda, ni esbelta. 9 de cada 10 madres primerizas me han contado que no tienen leche o que no tienen leche suficiente para llenar a sus bebés por lo que complementan las tomas con mamaderas. Lo cual me lleva a pensar que si esto fuera cierto y las mujeres humanas no pudieran producir suficiente leche para alimentar a sus crías, como especie nos hubiésemos extinguido hace muchos años atrás. La única diferencia entre las madres de ahora y las madres de hace 100, 200 ó 500 años atrás es que hoy en día existe la leche de fórmula.

Con esto no quiero decir que estoy totalmente en contra de la leche de fórmula, el problema sin embargo es que la misma es tan fácil de conseguir que las madres de hoy en día no se toman el tiempo necesario para lograr una lactancia materna exclusiva.

De todas maneras el tema es más complejo que esto y si tenemos que enumerar las causas por la que las mujeres no logran amamantar a sus bebés o dejan de hacerlo a una temprana edad tenemos que mirar el panorama completo.

La primera traba que una madre primeriza encuentra es en los primeros momentos después del parto, cuando trata de prender el bebé a su pecho. Sin una buena postura a veces el bebé no logra prenderse bien del pezón. A eso hay que sumarle, y creo que es lo peor de todo, toda una lluvia de comentarios por parte de todo el mundo y en especial de los familiares más cercanos, que con todo el amor del mundo hacen comentarios totalmente fuera de lugar. Muchas veces pensando en el bebé logran perjudicarlo cuando le dicen a una madre primeriza que, por ej., el bebé llora porque tiene hambre, que su leche no lo/a llena y que le dé una mamadera para ayudarse al principio. De ahí en más todo es cuesta abajo. Esto es muy dañino porque la madres están durante los primeros días en un estado emocional especialmente vulnerable y seguro que además se sienten sumamente inseguras de sí mismas. ¡Cómo cambiaría todo si en vez de estos comentarios le gente le dijera "qué bien que vas", "si llora prendelo a la teta", "no dudes en prenderlo a la teta en todo momento", "al principio los bebés lloran, seguro que no es hambre, igual por la dudas prendelo", "ya sé que duele pero seguí, no aflojes que lo más lindo está por venir"! Pero no, lo único que escuchamos son críticas, sutiles pero hirientes y totalmente fuera de lugar. Una madre necesita de mucho apoyo psicológico durante esos primeros días, ya que debe construir poco a poco la confianza que necesita para asumir y sentirse a gusto en su nuevo rol de mamá, y por ello es terriblemente perjudicial socavar esa confianza generándole dudas sobre su desempeño, su capacidad para satisfacer las demandas de su bebé o su conocimiento instintivo sobre las necesidades de su hijo neonato.

Lo segundo que contribuye a desalentar a las mujeres es la desinformación, no sólo la falta de ella, sino también una total y absoluta desinformación. Cuando un profesional de la salud o una abuela o una mamá te dice, cada tres horas tenés que prenderlo a la teta y 10 minutos de cada lado, está contribuyendo a que esta madre no goce de una lactancia a largo plazo. Para tratar de demostrar lo descabellado de esto imagínense ustedes que su madre les ponga el plato de comida y les diga "en diez minutos te lo saco", o mejor dicho que no les avise y lo haga de todas maneras. Yo creo que la gran mayoría se quedaría con hambre. También imagínense que luego de una hora de comer se levantan de la siesta y quieren tomar agua y alguien les diga "¡No!, todavía no te toca, esperá que pasen las 3 horas." Es totalmente ilógico, ¿no? Esto es lo que les pasó y sigue pasando a esos pobres bebés a los cuales intentaron imponerle estrictos horarios de mamadas.

Otro tema es el trabajo y los horarios para dar de amamantar. Es totalmente ilógico que si lo recomendado por la OMS y otras asociaciones serias sea la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, las madres tengan que reincorporarse al trabajo a los 3. Pero esto merece todo un post aparte.

Por último, están las madres que quieren recuperar su vida de antes de tener a su hijo y que optan por no amamantar para poder tener un poco más de independencia. Lo cuál si bien es bueno para ellas no lo es tanto para el bebé. Al tener un hijo empezamos una relación, nos guste o no, si decidimos cortarla tenemos que pensar que estamos hiriendo a esa otra personita, o más bien que nuestro bebé tal vez sufra porque no tiene ninguna intención de cortar esa relación. Yo creo que todos podemos recordar algún momento en el que un novio o novia nos cortó, o seguro que algún amigo le pasó y quedó o quedamos devastados porque nosotros queríamos seguir o no estábamos preparados para el inesperado final. Lo mismo pasa con los hijos. Como dice el famoso pediatra Carlos Gonzalez, los hijos nos aman con un amor de novios/as enamorado/as, para ellos estar lejos de nosotras es lo peor que les puede pasar. A medida que crecen nos quieren con un amor más maduro y pueden aceptar que no estemos con ellos todo el tiempo, pero ahora, al principio nos necesitan ahí y la lactancia a demanda facilita este contacto al mismo tiempo que nos exige que estemos ahí para ellos, para cuando quieran tomar la teta en cualquier momento, en cualquier horario.

Para cerrar este tema debo decir que toda madre tiene derecho de gozar de la lactancia materna, al igual que su hijo tiene este derecho, y digo gozar porque producir el alimento para nuestras crías y poder dárselos tan pegaditos cuerpo a cuerpo es una de las maravillas que como mujeres podemos disfrutar y debemos defender ese derecho. Porque no hay nada más lindo en el mundo entero que amamantar a nuestros hijo/as con nuestras miradas conectadas como dos enamorado/as en San Valentín.

miércoles, 29 de febrero de 2012

El Respeto a los Menores

El otro día hablando con mi papá salió el tema de que hoy en día no se respeta a los mayores, que cuando una persona se hace viejita todo el mundo los trata mal y no comprenden que al llegar a la vejez se pueden poner molestos y necesitan que los atiendan más, que los comprendan, que los mimen. Mi cara se puso como piedra porque si cambiamos "vejez" por "niñez" y "se hace viejita" por "llegar al mundo" en el comentario anterior la similitud es increíble. Lo que me llamaba la atención es que, cada vez que mi hijo llora o se queja porque le pasa algo mi papá, aunque con todo el amor del mundo, comenta que es un rompebolitas, cómo si su queja no fuera genuina. Todo esto me puso a pensar en dónde quedó el respeto a los menores, la tolerancia, la misma que reclaman para los adultos que ya no pueden hacer lo mismo de antes, ¿dónde está para los niños que tampoco pueden hacer nada por sí mismos y nos necesitan?

Hoy en día en esta sociedad se habla mucho y de recuperar el respeto a los mayores, lo cual me parece fantástico. Pero más me preocupa el respeto a los menores que desgraciadamente nunca lo tuvieron. Al menos los mayores por un tiempo gozaron del respeto de los demás, y en la vejez lo tratan de recuperar.

Las mismas excusas que ponen para entender y tenerles paciencias a los viejitos es igual de válidas para los pobres niños, pero nadie se pone a pensar en ellos. Los niños no lloran ni se quejan porque les gusta, lo hacen porque necesitan algo, o están incómodos. Cuando un adulto ya anciano pide compañía, que se sienten al lado aunque sea sin conversar la gente los entiende. Se dan cuenta que como seres humanos necesitan companía para mantener la cordura, por eso hoy en día existen tantos trabajos de cuidadores de ancianos. Es entendible que no pueden estar solos, y aunque pudieran de todas maneras no es lindo. Entonces me pregunto, ¿porqué cuando un niño quiere estar en companía con su madre o padre, cuando pide upa, cuando quiere mimos se lo tilda de malcriado o caprichoso?

Recuperemos el respeto por nuestros menores, no los separemos de su madre si no quieren, no los hagamos esperar si ya están cansados, no le neguemos los mimos y la companía que necesitan. Si podemos ver a nuestros adultos mayores y totalmente dependientes como personas íntegras y dignas de respeto, ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestras pequeñas crías? Ellas también, por más pequeñas que sean, son personas íntegras que necesitan de nuestro respeto, tolerancia, paciencia y amor.

martes, 28 de febrero de 2012

"Se hace lo que yo digo"

Esta nota hace rato que la quería escribir y decidí hacerlo a pesar que no tiene mucho que ver con los temas anteriores que he estado tratando. Primero en principal ¿les suena la frase del título?. Es muy común escuchar a madres y padres decirle esto a sus hijos. Para tener un hijo disciplinado hay que decirles que tienen que hacer lo que uno les dice y no cuestionar nada. Es más, muchos adultos se jactan de que cuando ellos eran pequeños (o no tanto) nunca cuistionaron a sus padres en nada, para bien o para mal.

Es más, una vez charlando con mi mamá salió el tema de que una tía (adoptada por mi abuela) no podía perdonar a su madre biológica por haberla abandonado, a pesar de que ella siempre trató de contactar a su progenitora. Ahora que mi tía es adulta y madre a su vez, le cuesta perdonar la conducta de su madre biológica, a pesar de que esta última fue obligada por su padre a dar mi tía en adopción, ya que no toleraba la idea de que su hija fuera madre soltera. Todo esto ocurrió en una época donde "el que dirán" era muy importante y ser madre soltera era mal visto. Yo le comentaba a mi mamá que entendía completamente a mi tía porque como futura mamá (en ese momento yo estaba embarazada) no podía concebir la idea de abandonar a un hijo. Ella me contestó que eso es porque ahora los tiempos son distintos, y que cuando ella era joven no se cuestionaba a los padres y lo que ellos te decían lo hacias y ya. Esto me dejó atónita y me pareció terrible. ¿Dónde termina el respeto a los padres y empieza el respeto a los hijos? Algo que parece tan inocente cómo el no cuestionar nada de lo que te dicen tus padres puede afectar a una persona de manera fundamental.

Obviamente como madre me sería todo muchísimo más fácil si mi hijo al crecer no me cuestionara absolutamente nada de lo que yo dijera y me hiciera caso sin chistar. ¿Pero es eso lo que verdaderamente queremos? ¿Cuándo sean adultos también tienen que hacer caso a todo lo que se les dice?

Para empezar los niños, aunque nosotros no nos demos cuenta, entienden mucho más de lo que nos imaginamos. Algo que ellos rápidamente se dan cuenta es la incongruencia de nuestro discurso. Si nosotros les decimos una cosa y después actuamos de otra manera ellos enseguida lo notan. También si decimos algo y después decimos lo contrario para otra situación también se dan cuenta, incluso a una edad muy temprana. Por ejemplo, si le decimos a nuestros hijos que no hay que mentir y luego viene alguien a quien no queremos ver y les decimos que digan que no estamos a ellos les salta el radar de la incongruencia y enseguida van a venir con interrogantes; o si les prohibímos tocar determinada cosa y no les explicamos el porqué ellos no van a hacernos caso, especialmente si cada vez que ellos hacen algo que no queremos los interrogamos como criminales.

Siempre pensé que la mejor forma de criar y educar a un hijo es con el ejemplo. Para todos los que piensan que la crianza con apego es la más fácil porque cada vez que nuestro hijo llora lo tomamos en brazos, piensen en como sería educar a un hijo sin decir "porque yo lo digo" o piensen en como sería tratar de cambiar nuestros malos hábitos para poder darles el mejor ejemplo posible. No es tarea fácil, pero yo creo que la recompensa es invaluable.

Más allá de eso, tenemos que pensar en el futuro de nuestros hijos. Cuando sean ya un poco más grandes, ¿Vamos a querer que sigan haciendo lo que se les dice, o preferiremos que tengan voluntad propia y puedan evaluar y juzgar una acción por sí mismos? Cada vez que pienso en esto me vienen a la memoria numerosas ocasiones en las que escuché a padres preguntarles a sus hijos porqué hicieron determinada acción y ellos respondían "Porque Juancito me dijo" a lo que los padres enojados responden "¿Si Juancito te dice que te tires a un pozo, vos lo vas a hacer?" ¿En qué quedamos, o le enseñamos a hacer lo que los demás dicen sin pensar si es correcto o incorrecto, o le enseñamos a decidir por sí mismos? Porque las dos cosas sencillamente no podemos.

Otra cosa que considero preocupante es que como justificación a nuestra orden contradictoria o sin sentido les digamos a nuestros niños que se hace lo que nosotros decimos porque somos adultos. Eso también es terrible. Les estamos enseñando que al ser adultos uno se gana un derecho por sobre los más pequeños que sólo es atribuible por el solo hecho de ser adultos. ¿Qué ejemplo les estamos dando así? ¿Que cuando ellos sean adultos van a poder mandar y decidir por otros, por sobre todo los más pequeños que no pueden defenderse tengamos o no tengamos razón? ¿Les parece coherente eso?

Como madre pienso en la importancia de que mi hijo desarrolle criterio propio, que sepa juzgar las acciones como buenas o malas y que pueda decidir por sí mismo para obrar bien. Trabajo duro me espera, el más grande de todos es sacar de mi vocabulario arraigado el "Porque yo lo digo".

lunes, 13 de febrero de 2012

"El Primogénito": Todo lo que no se debe hacer con un hijo.

Siguiendo con el tema de apego el otro día encontré en el canal "Space" una película que me molestó mucho. La película se llama "El primogénito" y el resumen de la trama es el siguiente:
"Una mujer se queda embarazada por primera vez. El matrimonio recibe la noticia con gran entusiasmo y preparan la llegada del bebé. Pero tras su nacimiento, la madre se obsesiona en exceso con el cuidado de su hijo hasta el punto de confundir realidad y fantasía. La sensación de vivir sola y alejada de la gran ciudad, agrava su angustia por lo que su marido decide contratar a una nanny que le ayude en el cuidado del bebé."

Aparentemente es un thriller, no vi el final pero muchas de las cosas que vi en la peli merecen ser analizadas.

Primero en principal, la mujer, futura mamá, está muy sola durante todo su embarazo, lejos de todo, incluso de su marido el cual está afuera todo el día en el trabajo. Ojo, no digo que el marido no tenga que salir a trabajar, pero cuando llega a casa, unos mimos a la futura mamá no vendrían nada mal.

Segundo, en lo único que papá y mamá están juntos es en preparar la pieza del bebé. Un lugar lejos de su lecho, en una cuna, sola en el medio de la habitación y con una cámara que lo graba para que la madre lo vea y lo escuche cuando está en otra habitación durmiendo con su marido. Pobre criatura, me imagino lo solo que debe sentirse, sin nadie ni nada que le brinde calorcito a su cuerpo. Además, como mencioné en post anteriores, ¡Qué necesidad de tener cámaras que vigilen a nuestro bebé! ¿No es mejor tenerlos cerquita? Para rematar, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante ocurre en mayor porcentaje cuando el bebé está solo en su cuna y en una habitación aparte, por ello también es llamado Síndrome de Muerte en Cuna, porque en la cama de los padres es muy raro que ocurra. En el caso en que los padres no quieran dormir con su hijito, se recomienda que la cuna esté en la misma habitación de los padres hasta el año de vida.

Sigamos enumerando: la mamá tiene el bebé por cesárea, sin explicar el porqué, como si fuera normal y ni siquiera le muestran al bebé ya nacido, ignorando lo importante que resulta para un buen apego que la mamá y el bebé estén juntitos lo más pronto posible. A esto hay que sumar que el bebé nunca estuvo en la habitación de la madre, estaba en esas salas comunales en donde dejan a todos los bebés, para que la mamá “descanse”. ¡¡¡Horrible!!!!! No me imagino salir de parto o cesárea sin tener a mi hijo bien al ladito mío. ¡Y si yo sufriría me imagino mi pobre hijo!

También para sumarle a todo lo que no se debe hacer, la madre se saca leche materna para darle a su hija y se le lastiman los pezones. Más allá de que esta pobre madre no recibe ayuda alguna de su médico ni de su marido el cuál ni se acerca casi a su hija, yo me pregunto, ¿Para qué se saca leche, si ella está al total cuidado de su hija, no sale a trabajar ni nada? ¿Por qué la extracción? Es mejor que el bebé la extraiga él mismo. Ni hablar de lo mal informados que están los que hicieron la peli cuando en un diálogo la madre se queja de que su beba come cada dos horas. Error imperdonable, el pecho es a libre demanda, los bebés no tienen horario para comer. Cada vez que quieran la teta tiene que estar a su disposición. Esto favorece la bajada de la leche y además ayuda que los pezones se curen más rápido en el caso de que se hayan lastimado.

El padre es un tema aparte, cero contribución en el cuidado, cero tolerancia hacia la madre que no da pie con bola y que le pasan todas las desgracias que cualquier madre primeriza podría imaginar en su cabeza. Esto no es todo, además de no apoyar a la madre el padre la reta y le pide que se disculpe cuando en una ocasión la esperaba para una cena y la madre llega hecha un desastre y se va enseguida porque cuando intenta hablar con la niñera esta no contesta y entonces se preocupa. Por favor, todavía me acuerdo de lo que nos contaron en el curso de preparto. La madre, por toda la revolución hormonal que tiene le es muy difícil poder incorporarse al mundo. Además necesita fusionarse con su bebé, sentirlo, y para ello necesita de ese distanciamiento con el mundo. Somos animales mamíferos, necesitamos de esa intimidad, de esa desconexión a la hora de parir y criar. ¿Nunca se preguntaron por qué la mayoría de los trabajos de parto comienzan de noche? ¿Nunca vieron como paren los animales en su hábitat? Están solitos y acurrucados, y una vez finalizado el trabajo de parto están pegaditos a sus crías y continúan así por un largo rato. Todos tienen que respetar ese espacio y ese tiempo. Además, el padre está ahí, como bueno macho que debe ser (y no me refiero a “machista”) para cuidar a su hembra que como buena hembra dio todo lo que tenía en su parto, y que además el hombre no debe convertirse en un hijo más, compitiendo con su prole por la atención de la madre.

Lo que realmente me enoja de la película es que muchos la verán y pensarán que como está en una película así debe ser verdad, y no se cuestionan todos estos detalles que nos van condicionando a la hora de ser padres. Por favor digamos no a la separación madre/hijo, dejemos de hacer las cosas por costumbre, porque están ahí, porque todo el mundo lo hace. Debemos empezar a cuestionar la forma en que criamos a nuestros hijos para así poder empezar a cambiar el mundo de a poco. Creo que como padres les debemos eso a nuestros hijos. En este articulo en el cuál entrevistan a Laura Guzmán, creadora de numerosos libros entre ellos “El Discurso Materno” comentaba que los hijos vinieron al mundo para ser amados, no para amarnos. Esa frase me quedó grabada. Si lo miramos de ese modo, debemos hacer todo lo posible para que la llegada de nuestro hijo al mundo sea lo mejor posible y lo mejor es lo que lo hace feliz y no lo hace llorar. Si nuestra cría quiere estar con nosotros, por algo es, si quiere que lo besemos y le demos mimos, no lo estamos malcriando, estamos satisfaciendo su necesidad de contacto y de afecto.

La madre es como una especia de traductora del mundo para el bebé. La necesita cerca para comprender el mundo. Imagínese usted en una cultura totalmente desconocida para usted, con personas que hablan un idioma que usted no comprende para nada, con sólo una persona que hace de traductor entre usted y el resto. Cómo se sentiría si una vez caminando por la ciudad su traductor se aleja y lo deja sólo y viene un montón de gente y le empieza a hablar. Yo lo primero que haría es empezar a buscar a mi traductor para que, primero en principal, me traduzca y segundo para que me indique cómo tengo que actuar, no vaya a ser que ofenda a alguien por hacer algo que ellos consideren ofensivo y que en mi cultura es totalmente normal. De la misma manera un hijo busca a su madre.

En mi caso cuando estamos separados, mi hijo y yo nos buscamos continuamente con la mirada, no nos perdemos de vista. Es más, cuando otra persona lo alza en brazos él me mira para ver que reacción tengo, porque lo quiera o no yo soy su traductora, si demuestro disconformidad mediante mis gestos, aunque sean sutiles, él los nota y enseguida se pone a llorar para que yo lo recoja en mis brazos otra vez. Si en cambio demuestro que todo está bien, no llora aunque de todas maneras me sigue con la mirada por las dudas, no vaya a ser que me aleje y ya no pueda ver mis reacciones.

Queramos o no, somos las traductoras de nuestros hijos en el mundo. Por ello nos necesitan constantemente y necesitan que estemos junto a ellos. No se dejen engañar por películas como esta que muestran situaciones totalmente frías y desapegadas cuando la realidad es muy distinta. Tampoco se dejen engañar por los discursos diarios que les dicen que tienen que dejar que sus hijos se hagan independientes. Sus hijos van a ser independientes en la medida en que lo necesiten y a su propio ritmo. Mientras tanto disfruten de tenerlos bien cerquita, de mimarlos, de abrazarlos, de decirles cuanto los quieren, de tenerlos en brazos que no es dañino sino al contrario, es necesario para su desarrollo emocional, mental y físico.

martes, 7 de febrero de 2012

Fortaleciendo el Apego: Por favor no nos separen!!!

Cuando nació mi bebé, leí algunos artículos que hablaban de los beneficios que representa tanto para la mamá y el bebé que no los separen en el momento del parto. La idea más o menos era de que una vez que el bebé saliera de la panza de la mamá, se lo dejara sobre la misma (si es parto vaginal) y una vez que saliera la placenta y el cordón dejara de latir, cortarlo. El bebé debía quedarse sobre la panza de mamá, el cual al cabo de unos minutos comenzaría a reptar hasta llegar al pecho y ahí prenderse de la teta. Esto ayudaría a que la placenta (en el caso de que no haya salido) sea expulsada gracias a la oxitocina liberada al amamantar. Además esto ayuda a formar tanto en la madre como en el hijo el apego.

Cuando leí esto, pensé que la verdad me hubiese gustado que mi obstetra me hubiera dejado hacer esto. Mi parto fue muy largo y difícil y me costaba mucho darme cuenta de qué era lo que estaba haciendo ahí y lo importante de tener que sacar a mi bebé que estaba dentro de mi cuerpo. De hecho, no podía imaginarme a mi bebé ni dentro ni fuera de mi cuerpo. Había perdido de vista el objetivo. Cuando el médico puso a mi hijo en mi panza (por unos pocos segundos) todo cobró sentido, ver sus bracitos y su pequeño cuerpecito ahí fue mágico. Su rostro en cambio lo vi después, cuando mi esposo lo trajo después de que la pediatra lo revisara y preparara. Realmente hubiese sido mucho más lindo tenerlo en mi panza hasta que se prenda del pecho. En cambio tuve que ver como mi hijo buscaba infructuosamente el pecho en los brazos de papá y hacía puchero porque obviamente yo aún yacía en el sillón de parto y no lo podía amamantar.

Después de la internación y el parto uno vuelve a casa y se empieza a dar cuenta de que tiene a su cuidado una personita que necesita de toda nuestra atención y a veces el no saber qué hacer puede ser cansador y frustante. Para superar todo esto está el apego. Ese que empieza a surgir desde el mismo momento que a nuestro bebito lo posan en nuestra panza.

Esto lo comento porque me he dado cuenta que, a medida que crece mi bebé, la gente empieza a demandar a la madre y al bebé que se acostumbren a estar separados. Es como si toda la ternura que representaba el momento del parto y lo lindo de ver a mamá y bebé juntitos se desvaneciera y en apenas unos pocos meses tuvieran que acostumbrarse a estar separados.

Cómo no costarme separarme de mi bebé cuando estuvimos 9 meses siendo uno, e incluso después estando fusionados por la necesidad de nuestra pequeña cría de alimentarse de mi pecho. La separación madre/hijo lleva tiempo. A muchas madres les será más fácil que a otras dependiendo del apego que hayan generado los primeros días e incluso los primeros meses de vida de sus hijos. A otras les costará muchísimo pero no les queda otra por temas de trabajo y otras necesidades. Esto no lo cuestiono.

Lo que sí cuestiono es el hecho de que todo el mundo espera que madre e hijo se tengan que separar desde una temprana edad, como si nada. En un blog leí que el regazo de la madre es el nido del bebé, donde más se siente seguro y tranquilo. ¿Por qué obviar esto?

El problema es que en esta sociedad en la que vivimos, las personas se miden por la productividad que pueden generar y una mamá tirada en la cama amamantando a su bebé no genera mucha producción. Hoy en día la crianza y la maternidad están tan desnaturalizadas que la necesidad de apego, de estar juntitos, está mal visto. Si una madre lleva a su hijo en brazos según los estándares actuales lo está malcriando, si una mamá le da la teta y lo tiene siempre consigo la mayoría solo piensa y señala "cuándo ese hijo se va a acostumbrar a estar solo". Es más, se han inventado infinidad de aparatos que intentan reemplazan a la madre y a su contacto. Cunas que se mecen, que tienen música, babycalls para poder escuchar al bebé cuando no lo tengamos a la vista, móviles que hacen luces en el que la madre puede grabar su voz e incluso canciones cantadas por sí misma para "engañar" al bebé, todo para que éste crea que estamos ahí cuando no estamos.

¿No sería mucho más fácil y económico estar ahí para verlos y escucharlos, en vez de utilizar un babycall o cantarles una canción mientras lo mecemos en brazos en vez de comprar carísimos aparatos que intentan reemplazarnos? Si nosotras tenemos todo lo que el bebé necesita, ¿para que gastar dinero en meros reemplazos nuestros?

Pero volviendo al punto de la separación y la idea de independencia. Les pregunto porque la verdad no entiendo. ¿Alguien puede decirme qué es un bebé independiente? ¿Ustedes han visto uno? ¿Que sería un bebé independiente?, ¿Se cocina cuando la madre no está, tiende su cunita, consigue dinero para la comida? Hasta donde tengo entendido, los bebés son totalmente dependientes de su madre o su padre. necesitan de ellos porque si están solos simplemente no logran sobrevivir. De ahí su encanto, necesitan que los veamos tiernos y hermosos (para todo padre su bebé es el más lindo del mundo) así estamos pendientes de ellos en todo momento, como cuando estamos enamorados y no perdemos de vista a nuestro amado/a y nos sabemos de memoria sus gestos y su rostro. De hecho uno se enamora de cada hijo que uno tiene.

A lo que la gente se refiere cuando habla de independencia es al apego que tienen madre e hijo. Cuanto menos apego, tenemos un bebé que no necesita tanto a su madre, porque se ha resignado a que la madre no siempre puede estar con él cuando lo necesita. Si uno lo mira desde este punto, quedaría muy mal decirle a una madre que deje que el bebé se acustumbre a estar sin ella, porque si sabemos que el bebé necesita eso, quién sería tan cruel para privarle a un niño de lo que necesita. El afecto, al cariño y el contacto son tan importantes para el bebé como comer y estar abrigado y limpio. Si un bebé llora cuando lo dejamos y para en cuanto lo alzamos, eso no lo hace menos necesario que cuando llora y le damos teta para que no tenga hambre. Además piensen, si su novio o novia les pide que la/o abracen porque necesita unos mimos usted le va a decir, no ya te pusiste viciosa/o. Por qué negárselo a un bebé entonces.

Además, el hecho de que un bebé este todo el día con la mamá no quiere decir que cuando vengan otras personas y quieran estar con el bebé, éste no va a querer estar con su mamá. En mi experiencia, cuando no tengo a mi hijo en brazos o cerca estoy como una mamá cachorra buscando a sus cachorritos cuando un extraño lo levanta y lo cambia de lugar.

Es así, nos gusta estar con nuestro bebé, nos gusta encantarnos con cada gesto, cada mirada, cada aprendizaje. Ya llegará el momento en que quiera hacer las cosas por sí mismo y uno tenga que dar un paso al costado y dejarlos caminar solitos. Pero para que esto pase, necesita que su mamá esté con él en los primeros años de vida, que lo mime, que lo bese, que lo tenga en brazos, que lo amamante mirándolo a los ojos, que lo ayude en lo que necesite, para que cuando quiera soltarse sepa que si se cae, mamá está ahí para levantarlo. De qué otra manera nos abalanzaremos al mundo de lo desconocido, sin tener miedo. Para ello, primero tenemos que tener confianza y la confianza se fortalece desde el momento que nacemos y lloramos para que mamá venga y ella viene. Cuando mamá y bebé vuelven a estar juntitos, corazón con corazón.

sábado, 28 de enero de 2012

Mis primeros pasos...

Mi marido siempre me insistió para que escriba un blog o para que participe en foros y otros blogs. Pero la verdad, que nunca antes había encontrado nada que me llame tanto la atención como para destinar parte de mi tiempo en la red, hasta que fui mamá.

Cuando nació mi hijo, y creo que si son padres seguro lo van a comprender, mi vida y la intimidad madre/hijo, madre/padre, padre/hijo pasó a ser de dominio público. Todo el mundo quería saber cuales eran los hábitos que teniamos y tenemos como familia; si le doy la teta, si no; si se la doy seguida o le pongo horarios; si lo duermo, como lo duermo; si lo tengo upa o no; si duerme en brazos y con nosotros o si lo hago dormir en su cuna; si lo abrazo o no; si le doy más importancia que al padre o no y la lista podría no terminar. Cómo si esto no fuera poco, todo el mundo, pero todo el mundo me regalaba innumerables "consejos" de como debía hacer las cosas. Obviamente estos consejos, por supuesto, que concordaban con todo lo que la sociedad hace ya unos años adoptó como modelo de crianza y enseñanza. Al principio y antes de que naciera Dante les creía y hasta defendía este modelo. Por suerte, vino mi hijo para sacudir con sólo una mirada las costras de preconcepciones que había adquirido. Esto, por supuesto que no fue tarea fácil. Era imposible no sentirme mal y culpable cada vez que desoía esos consejos y seguía a mi corazón.

Fue así que con un poquito de miedo y de coraje empecé a buscar en la red, blogs y foros de crianza para ver si era la única madre que se sentía así o había más allá afuera, y para ver también por otros modelos de crianza que esten más acordes con lo que sentía.

La experiencia fue LIBERADORA. Me sentí tan inspirada que decidí crear un blog yo misma. "Pegaditos crecemos mejor" es la semilla que germinó de toda esta experiencia. Es mi manera de mostrarle al mundo que se puede criar siguiendo el corazón, más que la razón, es mi manera de mostrarle a otros padres que tienen derecho de criar a sus hijos según dicta su corazón, sin importar lo que la sociedad diga. No pretendo imponer nada, sólo mostrar otra alternativa, otro camino.

De esta manera los invito a recorrer mi camino de aprendizaje y crecimiento, el que he emprendido de la mano y bien juntito a mi hijo, que es mi mejor maestro.

Gracias Dante por enseñarme con mucho amor y paciencia a ser tu mamá!!!!!!