Siguiendo con el tema de apego el otro día encontré en el canal "Space" una película que me molestó mucho. La película se llama "El primogénito" y el resumen de la trama es el siguiente:
"Una mujer se queda embarazada por primera vez. El matrimonio recibe la noticia con gran entusiasmo y preparan la llegada del bebé. Pero tras su nacimiento, la madre se obsesiona en exceso con el cuidado de su hijo hasta el punto de confundir realidad y fantasía. La sensación de vivir sola y alejada de la gran ciudad, agrava su angustia por lo que su marido decide contratar a una nanny que le ayude en el cuidado del bebé."
Aparentemente es un thriller, no vi el final pero muchas de las cosas que vi en la peli merecen ser analizadas.
Primero en principal, la mujer, futura mamá, está muy sola durante todo su embarazo, lejos de todo, incluso de su marido el cual está afuera todo el día en el trabajo. Ojo, no digo que el marido no tenga que salir a trabajar, pero cuando llega a casa, unos mimos a la futura mamá no vendrían nada mal.
Segundo, en lo único que papá y mamá están juntos es en preparar la pieza del bebé. Un lugar lejos de su lecho, en una cuna, sola en el medio de la habitación y con una cámara que lo graba para que la madre lo vea y lo escuche cuando está en otra habitación durmiendo con su marido. Pobre criatura, me imagino lo solo que debe sentirse, sin nadie ni nada que le brinde calorcito a su cuerpo. Además, como mencioné en post anteriores, ¡Qué necesidad de tener cámaras que vigilen a nuestro bebé! ¿No es mejor tenerlos cerquita? Para rematar, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante ocurre en mayor porcentaje cuando el bebé está solo en su cuna y en una habitación aparte, por ello también es llamado Síndrome de Muerte en Cuna, porque en la cama de los padres es muy raro que ocurra. En el caso en que los padres no quieran dormir con su hijito, se recomienda que la cuna esté en la misma habitación de los padres hasta el año de vida.
Sigamos enumerando: la mamá tiene el bebé por cesárea, sin explicar el porqué, como si fuera normal y ni siquiera le muestran al bebé ya nacido, ignorando lo importante que resulta para un buen apego que la mamá y el bebé estén juntitos lo más pronto posible. A esto hay que sumar que el bebé nunca estuvo en la habitación de la madre, estaba en esas salas comunales en donde dejan a todos los bebés, para que la mamá “descanse”. ¡¡¡Horrible!!!!! No me imagino salir de parto o cesárea sin tener a mi hijo bien al ladito mío. ¡Y si yo sufriría me imagino mi pobre hijo!
También para sumarle a todo lo que no se debe hacer, la madre se saca leche materna para darle a su hija y se le lastiman los pezones. Más allá de que esta pobre madre no recibe ayuda alguna de su médico ni de su marido el cuál ni se acerca casi a su hija, yo me pregunto, ¿Para qué se saca leche, si ella está al total cuidado de su hija, no sale a trabajar ni nada? ¿Por qué la extracción? Es mejor que el bebé la extraiga él mismo. Ni hablar de lo mal informados que están los que hicieron la peli cuando en un diálogo la madre se queja de que su beba come cada dos horas. Error imperdonable, el pecho es a libre demanda, los bebés no tienen horario para comer. Cada vez que quieran la teta tiene que estar a su disposición. Esto favorece la bajada de la leche y además ayuda que los pezones se curen más rápido en el caso de que se hayan lastimado.
El padre es un tema aparte, cero contribución en el cuidado, cero tolerancia hacia la madre que no da pie con bola y que le pasan todas las desgracias que cualquier madre primeriza podría imaginar en su cabeza. Esto no es todo, además de no apoyar a la madre el padre la reta y le pide que se disculpe cuando en una ocasión la esperaba para una cena y la madre llega hecha un desastre y se va enseguida porque cuando intenta hablar con la niñera esta no contesta y entonces se preocupa. Por favor, todavía me acuerdo de lo que nos contaron en el curso de preparto. La madre, por toda la revolución hormonal que tiene le es muy difícil poder incorporarse al mundo. Además necesita fusionarse con su bebé, sentirlo, y para ello necesita de ese distanciamiento con el mundo. Somos animales mamíferos, necesitamos de esa intimidad, de esa desconexión a la hora de parir y criar. ¿Nunca se preguntaron por qué la mayoría de los trabajos de parto comienzan de noche? ¿Nunca vieron como paren los animales en su hábitat? Están solitos y acurrucados, y una vez finalizado el trabajo de parto están pegaditos a sus crías y continúan así por un largo rato. Todos tienen que respetar ese espacio y ese tiempo. Además, el padre está ahí, como bueno macho que debe ser (y no me refiero a “machista”) para cuidar a su hembra que como buena hembra dio todo lo que tenía en su parto, y que además el hombre no debe convertirse en un hijo más, compitiendo con su prole por la atención de la madre.
Lo que realmente me enoja de la película es que muchos la verán y pensarán que como está en una película así debe ser verdad, y no se cuestionan todos estos detalles que nos van condicionando a la hora de ser padres. Por favor digamos no a la separación madre/hijo, dejemos de hacer las cosas por costumbre, porque están ahí, porque todo el mundo lo hace. Debemos empezar a cuestionar la forma en que criamos a nuestros hijos para así poder empezar a cambiar el mundo de a poco. Creo que como padres les debemos eso a nuestros hijos. En este articulo en el cuál entrevistan a Laura Guzmán, creadora de numerosos libros entre ellos “El Discurso Materno” comentaba que los hijos vinieron al mundo para ser amados, no para amarnos. Esa frase me quedó grabada. Si lo miramos de ese modo, debemos hacer todo lo posible para que la llegada de nuestro hijo al mundo sea lo mejor posible y lo mejor es lo que lo hace feliz y no lo hace llorar. Si nuestra cría quiere estar con nosotros, por algo es, si quiere que lo besemos y le demos mimos, no lo estamos malcriando, estamos satisfaciendo su necesidad de contacto y de afecto.
La madre es como una especia de traductora del mundo para el bebé. La necesita cerca para comprender el mundo. Imagínese usted en una cultura totalmente desconocida para usted, con personas que hablan un idioma que usted no comprende para nada, con sólo una persona que hace de traductor entre usted y el resto. Cómo se sentiría si una vez caminando por la ciudad su traductor se aleja y lo deja sólo y viene un montón de gente y le empieza a hablar. Yo lo primero que haría es empezar a buscar a mi traductor para que, primero en principal, me traduzca y segundo para que me indique cómo tengo que actuar, no vaya a ser que ofenda a alguien por hacer algo que ellos consideren ofensivo y que en mi cultura es totalmente normal. De la misma manera un hijo busca a su madre.
En mi caso cuando estamos separados, mi hijo y yo nos buscamos continuamente con la mirada, no nos perdemos de vista. Es más, cuando otra persona lo alza en brazos él me mira para ver que reacción tengo, porque lo quiera o no yo soy su traductora, si demuestro disconformidad mediante mis gestos, aunque sean sutiles, él los nota y enseguida se pone a llorar para que yo lo recoja en mis brazos otra vez. Si en cambio demuestro que todo está bien, no llora aunque de todas maneras me sigue con la mirada por las dudas, no vaya a ser que me aleje y ya no pueda ver mis reacciones.
Queramos o no, somos las traductoras de nuestros hijos en el mundo. Por ello nos necesitan constantemente y necesitan que estemos junto a ellos. No se dejen engañar por películas como esta que muestran situaciones totalmente frías y desapegadas cuando la realidad es muy distinta. Tampoco se dejen engañar por los discursos diarios que les dicen que tienen que dejar que sus hijos se hagan independientes. Sus hijos van a ser independientes en la medida en que lo necesiten y a su propio ritmo. Mientras tanto disfruten de tenerlos bien cerquita, de mimarlos, de abrazarlos, de decirles cuanto los quieren, de tenerlos en brazos que no es dañino sino al contrario, es necesario para su desarrollo emocional, mental y físico.